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jueves, 25 de mayo de 2017

Historia real

Realmente no se ni como comenzar esto, ni siquiera sé muy bien que voy a explicar, imagino que pondré lo que me vaya viniendo y sin más demora la historia ahora comenzara.
Ella era realmente positiva, feliz, alegre, idealista. Aunque padeciera, aunque le dijeran mil y una cosas, aunque la lastimaran física y emocionalmente, aunque nada fuera del derecho. Ella estaba bien, sinceramente, os preguntareis porqué, si le pasaban tantas cosas como puedo decir que ella era una persona feliz. Es muy sencillo, cuando somos pequeños no hacemos tanto caso a las cosas malas que pasan, sino que disfrutamos el momento porque nos tenemos que hacer mayores y ahí es cuando vendrán los problemas. Así que por eso ella hacía caso omiso a todo eso que le ocurría  , en el momento puede que le fastidiara, pero luego no se paraba a pensar en eso, sino que ella aprovechaba el momento, porque hay que divertirse y reírse, para disfrutar de la vida, no darle miles de vueltas a lo que había pasado. Pero sin embargo, ella sí que lloraba, no era un robot y lo malo le afectaba, pero como he dicho anteriormente era en ese instante, luego las lágrimas se secaban ya que el día continuaba.

Ahora es todo es distinto, ella ha entrado en una época de oscuridad, de tristeza e incluso podríamos hablar de que ella tiene depresión. Ella se pasa todo el día reflexionando, tiene su propia concepción del bien y del mal, analiza a su entorno y realmente ve pocas cosas buenas. Ella ya no es agredida físicamente, pero aun la lastiman emocionalmente, ella ve que nada va del derecho. Y ya no es como antes, ahora ella hace caso a sus problemas y les dedica demasiado tiempo de su vida y casi que no le queda tiempo para lo bueno. Esto es a causa de que cuando la gente va creciendo se va dando cuenta de las cosas que hay alrededor, de que la vida no es el cuento de hadas que te vendían, que los príncipes no existen, que no tienes un hermoso palacio, que los finales felices se podrían decir que no existen, que nada dura eternamente ni la amistad, ni la familia, que los problemas no se resuelven en unas cuantas páginas ya que siempre el bueno acaba ganando, porque supuestamente la vida que te contaban era justa, preciosa, sin apenas complicaciones y las complicaciones que habían eran creadas por el antagonista el cual siempre hiciera lo que hiciera no obtenía resultado alguno y daba igual que este tuviera razones de peso para hacer lo que hacía, que el amor que de los protagonistas lo superaba todo y a todos, daba igual que por culpa de este los demás se vieran perjudicados, pero eso no se reflejaba así, solo se le prestaba atención a que el valiente héroe o príncipe salvaba a la dama. Esta es otra, la dama no se valía por si sola y eso es una muestra más que nos querían educar en una sociedad en la cual es el caballero es el fuerte y el que soluciona y la mujer es salvada y no es incapaz de solucionar las cosas por sí misma.
Así que es normal, que ella estuviera enfadad con la vida, ya que desde que nació le iba haciendo a la idea de que su futuro iba a ser perfecto, de que los problemas no duraban, tanto protección y tanto idealismo le hizo daño, al darse de bruces con la oscura realidad. Al darse cuentas, que las bromas si eran constantes y sin gracia, no eran bromas si no acoso, entonces también se dio cuenta que todo lo de atrás era mentira, falsas amistades las cuales pretendía hacerle daño. Todo cambio, ella dejo de ser aquella niña feliz a ser la adolescente con actitud enfadad y con asco al mundo.



martes, 23 de mayo de 2017

Ana, ¿qué te pasa?



Realmente no lo entiendo, no me siento bien, tengo miedo, mucho miedo, solo quiero llorar, sé que estoy perdiendo el tiempo como siempre, pero necesito decirlo, necesito gritarlo pero no puedo, necesito un abrazo pero estoy sola, necesito que me digas que me quieres pero sé que no va a pasar y si pasará no sería verdad y eso me hace sentir fatal, pero da igual o por lo menos es lo que siento, que al mundo le da todo igual, simplemente soy otra más entre tantas y no importo nada… Cada día intento fingir mejor, pero cada día cuesta más sonreír cuando lo único que quieres es llorar y morir. No quiero sentirme así, pero no puedo estar mejor, no me merezco estar mejor, no lo estoy haciendo bien. Quiero que todo vuelva a ser fácil, quiero volver a ser ciega para no ver lo que está pasando a mí alrededor, como mi mundo se derrumba y no puedo hacer nada para evitarlo. Quiero dejar de tener miedo, no puedo estar temiendo todo el tiempo a la soledad, no puedo estar temiendo decepcionar a la gente que me rodea y a volver a caer en las mismas mierdas pero no soy fuerte y caigo una vez tras otra y siento que estoy decepcionando y jodiendo a la gente que me rodea y no es mi intención, yo no quiero, yo quiero que toda esta mierda pase y ser feliz, joder, tanto cuesta. Tengo miedo y me siento tan sola… Y ni siquiera puedo gritar y expresar el dolor que siento, por eso me tengo que conformar con “los gritos de silencio”.


lunes, 1 de mayo de 2017

no me voy a rendir

Mi nombre real es Ana Isabel, vivo en un pueblo de la provincia de Alicante, soy menor de edad, no hago esto para llamar la atención, ni para buscar aceptación ni nada similar, no quiero dar pena a nadie, ni que nadie se sienta culpable, no me creo alguien importante por escribir lo que estoy escribiendo ni por tener un blog,  no me siento especial ni mucho menos única.  Lo escribo porque tengo derecho a expresarme y a decir quién soy, y lo escribo porque escribiendo me ayudo a mí misma y pienso que ayudo a alguien.
Realmente, no estoy pasando una buena racha, más bien llevo un año que estoy fatal, quizá hayan sido los cambios, quizá haya sido el amor, las amistades, la sociedad, las hormonas, o simplemente me ha tocado, pero no creo que sea cuestión de suerte. He tenido algún momento que ha estado bien, pero por lo general, estoy cansada de todo, estoy harta de todo y casi siempre me siento un estorbo. Casi todos los días lloro, de verdad que a veces no me gustaría vivir y pienso en acabar con todo, pero luego soy consciente de que no merece la pena, que no voy a conseguir nada, que nada dura eternamente y dolor que siento un día cesara, no sé cuándo, pero terminara y habré vencido  la guerra, la guerra contra mí misma, la más dura, porque yo conozco mis pensamientos, debilidades, sentimientos, temores y como derrotarme. Pero lo mejor será que todavía podré soñar y disfrutar, que podré llegar a la felicidad, que incluso podré pensar que amar es bueno y no un acto masoquista como el recuerdo. Quizá logré algo, que ahora considero imposible, quizá en mi futuro sea una gran líder. Quizá ame todo lo que tengo y no como ahora, quizá el tiempo me demuestre que las amistades duran, que las relaciones no son malas, que para llegar a algo no hay que ser mala persona, quizá el futuro me muestre grandes cosas.

No pienso rendirme, por la gente que me importa, no pienso tirar la toalla, pienso seguir dando por culo un buen rato a todo el mundo, pienso ganar la guerra, pienso en no rendirme aunque quiera, pienso que un día podre reír de esto como de una triste y graciosa anécdota.